Clima: la visión catastrófica del cine

Bien es sabido que el cambio climático es un tema que se encuentra en boca de todos desde hace pocos años ya que afecta a todos y cada uno de los seres que habitamos el planeta Tierra. Las temperaturas cada vez son más inestables, se atrasa el invierno y el verano hace su aparición casi cuando no llevamos ni un mes de primavera, disfrutamos del sol en diciembre y nos empapamos con lluvias torrenciales en pleno agosto, los polos continúan descogelándose y muchas especies animales peligran de extinción debido a los constantes cambios de clima. 

Sabemos de sobra todos estos datos si vemos, leemos o escuchamos mínimamente los medios de comunicación y el cine es otro medio más que pretende mostrarnos la realidad (aunque sea mayoritariamente ficcionada) del mundo en el que vivimos. Tal es la magnitud del hecho del cambio climático que la industria cinematográfica se está aprovechando de ello para dar salida a algunas de sus superproducciones.

El día de mañana (2004), de Roland Enmmerich fue una de las primeras producciones que expuso por primera vez en la gran pantalla el tema del cambio climático y precisamente lo que nos quiere mostrar es qué podría ocurrir el día de mañana si seguimos siendo testigos impasibles ante todos estos sucesos. La película incluye una serie de catástrofes bastante exageradas y en ocasiones poco creíbles (enormes tornados, increíbles heladas e incluso el hundimiento de la famosa Estatua de la Libertad situada en Manhattan) a través de un currado trabajo de efectos especiales y digitales. El largometraje fue alabado por exponer las posibles consecuencias que podría ocasionar el cambio climático a largo o no tan largo plazo.


Dos años después, en 2006, Al Gore nos quiso mostrar su propia versión de estos sucesos en el documental Una verdad incómoda basada en el calentamiento global que afecta actualemte a nuestro planeta. En esta ocasión, sin grandes efectos especiales, Al Gore se guía a través de presentaciones, conferencias e imágenes y nos introduce a grandes rasgos la evolución que ha ido sufriendo el planeta desde el inicio de este fenómeno. Lo más destacado del film es la charla que el ex Vicepresidente de los Estados Unidos nos ofrece de medidas preventivas para concienciarnos de que estamos ante algo real y que es nuestro deber combatirlo. El documental logró cosechar el éxito en muy poco tiempo y se ha convertido en una de las cintas imprescindibles dentro del formato audiovisual que trata el tema del cambio climático y calentamiento global de manera explícita.

En 2009, Roland Enmmerich nos volvió a deleitar con otra superproducción de similares caracterícticas que su anterior film. En este caso se trataba de la película 2012 que nos condena a un futuro catastrófico, pero en esta ocasión, mucho más cercano, concretamente dentro de 2 o 3 años ya que está basada en las predicciones del "calendario maya" que anuncian que el fin del mundo se producirá en el año 2012.
Enmmerich continúa con su retaíla de efectos especiales, gritos alarmantes, erupciones volcánicas, glaciares gigantes que inundan el planeta...

¿Se quedará en la ficción o finalmente se convertirá en realidad?

De esta forma, la industria cinematográfica quiere concienciarnos a su manera sobre el cambio climático y mostrarnos realidades alternativas situándonos en el peor de los casos.

Yo creo que es mejor prevenirlo antes de que sea demasiado tarde.