El mercado del cine español siempre ha estado luchando contra las adversidades, rara vez fue un cine lo suficientemente valorado ni por otros países y en ocasiones, ni siquiera por los mismos ciudadanos españoles; sin embargo, esta situación está cambiando en la actualidad y el cine español está demostrando que tiene un hueco, se ha fabricado su propio nicho natural en su pais y está traspasando fronteras. Pero para ello se hace necesario concienciar a todos los estamentos e instituciones involucradas de la importancia cultural de tener y de apoyar un cine exportable capaz de transmitir nuestra cultura.
Por mucho que intentemos convencernos de lo contrario, la producción de cine en nuestro país, por grande que sea con 45 millones de habitantes y con un peso relevante, no es algo fundamental en la cultura mundial. Por ello no se puede hacer una comparación entre nuestro cine con el cine del país más rico del mundo (EE UU), que, precisamente, cuenta en esa industria como uno de los pilares de su economía.
España produce hoy en día uno de los cines más variados en temática y género. Aunque la percepción interna sea la contraria, desde España se están generando películas de muy distinto contenido y objetivo, desde comedias al cine más complejo, desde películas de terror a documentales de reflexión, desde películas en inglés a películas en vasco. En España se presenta un abanico de contenidos único en el mundo. Esa riqueza es también causa de su pobreza, porque fragmenta un mercado ya de por sí fragmentado.
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